lunes, 23 de agosto de 2010

El ultimo omnibus a China Town


Esta historia comienza en un lugar desolado, un lugar donde no existe nadie ni nada, donde no hay ni arboles, ni perros, ni piedras, ni policias.
Ahi se desata una magia que de magica no tiene nada. Es todo fisico y biologico. Varios estudiantes de estas materias han hecho investigaciones por doquier sobre el tema y varios alumnos de algun Ipem la han llevado a la practica.
Y la cosa continúa en el omnibus, en la palabra omnibus (que presta para varias interpretaciones tipo extraterrestres) de buscarle hasta el significado etimologico a la palabra, los sinonimos y antonimos, las rimas asonantes y consonantes, y todo lo que habiamos visto en lengua en 4º año.
Entonces me doy cuenta de lo variables, cambiantes (por no decir hipócritas) que podemos ser en un dialogo de tres lineas:
-La moral no es eso de robarle a las viejas-
-La moral es no robar, ni a viejas ni a nadie-
-¿Y quien dice que es lo moral?¿Que es ser moral entonces?-
Pero eso poco tiene que ver con mi historia.
El omnibus pasa de la terminal hasta China, en un recorrido por Paris y Rumania, con escala en Venezuela y un "touch" para mear en Canadá, entonces me di cuenta que el movimiento ondular de las manos me marea, me voltea. Y miro a la ventana para desconcentrarme de esa imagen, pero es tarde. Y me doy cuenta que ya no tengo las mismas ganas de viajar que antes, los transportes me molestan. Si es en barco me mareo, si es en avion me mareo, si es a caballo me mareo, si es en omnibus me mareo.
Pero deseaba tanto llegar hasta China, en un recorrido por Paris y Rumania, con escala en Venezuela y un "touch" para mear en Canadá, que me olvidé de las manos y los colores, del olor a rancio del viejo del asiento de al lado, de la discucion telefonica de la rubia del pasillo al fondo, del chofer peleando con el inspector, del policia que no se sienta y me pone nerviosa, del hippie que va leyendo Bucay, de los que escuchan Reggeton a todo volumen, de que en media hora ya va a ser el comienzo de dia para cientos de trabajadores y estudiantes que matarian a cualquiera por un asiento.
Entonces me duermo, por que sé que en 15 minutos está Venezuela y sé que te subís al mismo omnibus que yo.

No hay comentarios: