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Y nos pasa cuando somos chicos, nunca los olvidamos.
No me confundan, no voy a hablar de psicologia, psiquiatria, esoterismo, vidas pasadas, etc.
Voy a hablar de los recuerdos, nada mas humano, natural y HERMOSO que eso.
Voy a hablar de las personas, desde la primera hasta la ultima.
Esos/as tios o tias , vecinos, amigos de la familia, etc. que odiaban a los niños y nos lo demostraban con ese gesto de "correte de aca pendejo de mierda".
Ese kiosquero mala onda que te hacia cara de traste cuando ibas con diez centavos a comprarte dos o tres mielcitas.
Esa gente que te demostraba abiertamente que eras solamente un humano en desarrollo, y que ellos ya estaban en pleno apojeo de edad. haciendote sentir inferior o haciendote sentir , no que eras un nene, si no (peor aún)... un bebé. ¡¡Y que insulto era eso para nosotros!!
Como los odiabamos, los odiabamos tanto que hasta ahora, que somos un poco mas grandes, los vemos y nos siguen probocando repulsion, sin motivo alguno. Solamente guiados en nuestros recuerdos.
Pero tampoco olvidamos a los que nos querian, nos querian mucho, pero nos querian de formas demasiado demostrativas.
La vecina que te pellizcaba los cachetes, la tia que te hacia cosquillas hasta dejarte de cama, el tio que jugaba siempre al carnaval, hasta en invierno.
Y si hay personas de las cuales estamos agradecidos completamente, gente que queremos mucho y que hasta incluso amamos♥, son todos esos que dejaron de hacer cosas de grandes para jugar con nosotros.
Los que no te trataban como a una pequeñita indefensa sino como una nena hecha y derecha.
Los que llegaban siempre con caramelos y los que no te regalaban nunca nada, pero cuando podian te compraban algo que sabian que te encantaba.
Los que a falta de capital te hacian feliz con el ingenio, los juguetes hechos en casa, los ta-te-ti
de masilla, los cascos de astronauta hechos con frascos de aceitunas.
Si, ya sé. No cambio mi infancia por nada en el mundo.
Piensen bien en esto cada vez que esten frente a un niño, vas a estar en sus recuerdos de por vida, y creeme...no olvidamos nada de nada.
