jueves, 20 de mayo de 2010

A los ojos de ventana, de arcoiris y de nubes



Y este cuerpo que fue ajeno, publico, triste, lejano.
Y esta cara que no se calla, ni se sonrie, ni se entristese.
Y este corazón que YA NO PUEDE MAS.
te piden tranquila y apasible que te vallas, por favor. Sin rencores, sufrimientos, malhumores, sentencias ni penitencias.
Y es que son mis ojos los que me obligan, los que han mirado hasta el ùltimo recoveco de mi mente, que han mirado los olores, que han observado los sonidos, son mis ojos los que nunca mienten...los que miraron fijamente al terror, los que sonrieron con tus caricias, los que hoy se alejan lagrimenado...
Son mis ojos los que me piden imperiosamente que no regrese, que no me humille, que no suplique, que no maltrate, que no abandone lo importante...que no me abandone a mi misma.
Son mis ojos los que me trasladan a la infancia, y al mirarme en ese charco de agua en el momento en el que pense que NUNCA IBA A SUFRIR,
Son mis ojos los testigos, los juzgadores, los sentenciosos.

martes, 11 de mayo de 2010

El tiempo criminal-

El Sr. Rutso llegó alterado a la corte, llevaba un traje blanco, zapatos y corbata color café. Su cabello rojizo y levemente ensortijado estaba bastante desalineado.
Sus nervios se debían a un motivo muy razonable: Él era el criminal.
Caminaba enérgicamente por los pasillos de tribunales, salía a la puerta y fumaba solitario, angustiado. La ira lo consumía. Tenía ganas de huir y no podía , sentía que las cadenas ya lo amarraban y lo arrastraban al mas obscuro y sucio lugar del calabozo.
¿A quien le podría interesar el futuro de un hombre que fué capaz de matar a la única mujer que lo amó?
Su rostro, impenetrable, no derramó ni una lagrima, ni un gesto mientras decía:
-¿Cuánto más quieren interrogar, señores? Eva esta muerta!-
Su mente era turbia como la celda que lo esperaba, y sin titubeos confesó:
-Mi abogado hizo un arduo trabajo, se esforzó para que mi nombre no estuviese manchado, y a fin de cuentas para eso lo le pagué...Dr. Sassone, espero disfrute su dinero, pero ... podremos engañar al jurado y al honorable juez, al abogado de la Sra Mariana y a ella misma, podremos engañar a mi familia y a la sociedad, pero yo nunca podré engañarme... Si señores, yo la maté, goce de cada puñalada y de cada momento, goce de amarla, de ser el dueño de su vida y de su muerte...-

Contando los días sigue el Sr Rutso en su celda. En un lugar llena de humanos que se parecen más bien a los animales. Fumando en soledad y recordando.
En este instante da otra pitada, mira a todos lados y lentamente vuelve a su andrajosa celda.
Cuelga la soga a la viga, sus manos tiemblan, ajusta el nudo, el impacto de la caída...su respiración entrecortada-sus latidos que disminuyen y de fondo, como banda sonora, el tic-tac nervioso de un reloj que no quiere callar.

martes, 4 de mayo de 2010

color

El brillo es algo que se pierde con el correr del tiempo.
No hay pulido, ni lustrado, ni lavado que valga para recobrarlo.
-¿Estaremos condenados a ser opacos?-
-Estamos acostumbrados a esos matices, pero dejame contarte un secreto:
yo se como hacer para tener brillo de nuevo,pero dura poco... es en la ultima hora de vida.-
-Comprendo, entonces, por que nadie lucha por brillar.-