lunes, 26 de julio de 2010

Vaivén



Irse,dependiendo el punto de vista puede ser tan cruel como hermoso.
Ella estaba medio cansada de todo, medio aburrida y medio alterada. Como siempre todo a medias, ni siquiera estaba del todo cansada o del todo alterada.
-A veces la mejor compañia es la de un cigarrillo-
se decia autocomplacida, pero ni siquiera ella se lo creia. Bien sabia que cada una de sus huidas eran pretextos para volver a encontrar.
Intentaba quedarse, pero su naturaleza ya era la de irse, la de abandonar, la de ser feliz sin ataduras ni anclas en los tobillos. No podia engañar a su historia, mucho menos a sus impulsos y sentimientos. No podia simplemente acostumbrarse y asentarse sabiendo que tras la ventana habia un mundo de cosas nuevas que la esperaban.
Su soledad le hizo de amiga mas de una vez, pero la angustia es esa sensacion de conocerse demasiado a una misma. Por eso no la padecía. Y no cree en los finales felices, ni en las despedidas eternas, ni en las princesas con sapos y sueños de verano, simplemente las admira, por su capacidad de conformarse, o por su facilidad de encontrar la felicidad.

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